miércoles, 14 de octubre de 2015

El Congreso de Brasil rechaza otras cinco peticiones de juicio contra Rousseff

REUTERS
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff

El presidente de la Cámara alega que las solicitudes no cumplen las exigencias para que pueda abrirse un proceso político de destitución

EFEABC_ES / BRASILIA - Día 14/10/2015 - 04.28h


El presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha, harechazado otras cinco peticiones para que el Congreso emprenda un juicio político con fines de destitución contra la presidenta del país, Dilma Rousseff, según han informado fuentes legislativas.

Cunha alegó que las solicitudes no cumplen las exigencias técnicasnecesarias para que pueda abrirse un proceso político contra la mandataria, informó la Presidencia de la Cámara baja.

El presidente de la Cámara ya había archivado otras seis peticiones de juicio contra la jefe de Estado por los mismos motivos y aún tiene que analizar otras tres solicitudes, entre ellas una presentada por un grupo de conocidos juristas incluido Helio Bicudo, uno de los fundadores del gobernante Partido de los Trabajadores (PT).

La mandataria afronta una delicada crisis política y una ofensiva de la oposición, que ha presentado varias peticiones para que el Congreso instaure un juicio con miras a su destitución.

La decisión sobre un proceso de esa naturaleza corresponde constitucionalmente al presidente de la Cámara de Diputados, quien hasta ahora ha recibido 14 solicitudes en ese sentido y ha rechazado once porque, alegó, carecían de «fundamentos jurídicos». La Constitución brasileña prevé la posibilidad de destituir a un jefe del Estado pero para iniciar el juicio exige razones jurídicas que, en opinión del Gobierno, no existen en el caso de Rousseff.

Pese a las numerosas peticiones ya archivadas por Cunha, la oposición confía en que el presidente de la Cámara acepte la solicitada de Bicudo debido a que cuenta con vasta argumentación jurídica y se refiere a las maniobras contables ilegales que el Gobierno supuestamente realizó para maquillar sus resultados fiscales de 2014.

Esa solicitud, según la Presidencia de la Cámara, continúa sobre la mesa de Cunha y tal vez sea analizada la próxima semana, ya que el presidente aceptó esperar a que la oposición incluya un anexocon supuestas irregularidades fiscales ocurridas en 2015.

El Supremo Tribunal Federal analiza una demanda de abogados vinculados al PT que insisten en que una «falta administrativa» referida al ejercicio fiscal de 2014, en el mandato anterior de Rousseff, no puede esgrimirse para juzgar al actual Gobierno, que asumió el pasado 1 de enero.

Precisamente por ese motivo la oposición quiere anexar en la solicitud de juicio político contra Rousseff el informe de un fiscal de un órgano de contraloría que sostiene que las maniobras fiscales de 2014 se repitieron en los primeros meses de este año, con lo que serían referidas al nuevo mandato de la presidenta.

La máxima corte se pronunció contra la posibilidad de que el pleno de la Cámara de Diputados pueda incluir en votación una petición de juicio contra la jefa del Estado ya rechazada por el presidente de la Cámara baja.

Según una medida cautelar dictada por el magistrado Teori Zavascki, uno de los once miembros del Tribunal Supremo, la decisión sobre un juicio de esa naturaleza le cabe únicamente al presidente de la Cámara Baja. Paralelamente, un grupo de diputados presentó una moción ante el Consejo de Ética del Congreso con el objetivo de despojar de su escaño a Cunha por las sospechas de corrupción que pesan sobre él.
Rousseff habla de actitud «golpista»

La presidenta acusó a la oposición de tener una actitud «abiertamente golpista» y advirtió que no va a ceder ante las presiones de sus opositoes.

«La artificialidad de los argumentos (de la oposición) es absoluta y lavoluntad de producir un golpe contra el funcionamiento regular de las leyes e instituciones es explícita», subrayó Rousseff durante un acto sindical en Sao Paulo.

Para la jefa de Estado, la oposición, que defiende la apertura de un juicio político con miras a la destitución de la mandataria, «está jugando sin pudor». Rousseff arremetió contra sus adversarios políticos por querer «acortar» su mandato «sin hechos jurídicos» y subrayó que el discurso golpista no es sólo contra su figura, sino contra el proyecto construido por el gobernante Partido de los Trabajadores.

«Lo que antes era inconformismo, se transformó en un deseo de retroceso político y eso tiene un nombre: eso es golpismo de manera abierta», añadió la presidenta, quien estuvo acompañada por su antecesor y padrino político, Luiz Inácio Lula da Silva, y el exmandatario uruguayo José Mújica.

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