jueves, 4 de febrero de 2016

La presidencial en el PS

El panzer tiene pocas opciones ante Ricardo Lagos E. y la senadora Allende

De los tres, el ex canciller tiene escasa vida partidaria y eso le juega en contra ante un escenario de primarias. La senadora es mal evaluada en su gestión política, pero cuenta con el cariño y apoyo de las bases. El ex Presidente, por su parte, tiene el problema del fuerte rechazo en el electorado de izquierda y en los jóvenes, que son también los que menos votan.

por MARCELA JIMÉNEZ


El tema no está ni cerca de cuajar, pero de todas formas ya genera ruido en las filas del PS, que internamente está dividido entre las opciones presidenciales que, según las encuestas, tiene el partido para el 2017: el ex Mandatario, Ricardo Lagos Escobar; la actual timonel de la colectividad, Isabel Allende; y el jefe del equipo chileno que enfrenta la demanda marítima boliviana en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, José Miguel Insulza. A la hora de ponerlos en la balanza, en el partido reconocen que sobre los tres pesan varios “peros”, aunque en la pole position de los socialistas el mítico panzer es quien enfrenta el panorama más adverso a nivel interno.

El 16 de enero, Insulza dio una larga entrevista en El Mercurio, en la que habló de las complicaciones que atraviesa la Nueva Mayoría, el desempeño del segundo piso de La Moneda en su rol de asesor de la Presidenta Michelle Bachelet, pero, sobre todo, no cerró la puerta a la chance de una candidatura presidencial el 2017. “Lo que estoy haciendo es lo que me han encargado que haga y cuando termine de hacer lo que me han encargado que haga, cuando yo crea que he hecho mi aporte, haré otra cosa. Pero no es un tema del cual esté hablando ahora. No hablaba del tema presidencial antes de que me nombraran para esto y no hablo del tema presidencial ahora tampoco (…) yo no contesto los 'no descarta'".

Sus palabras generaron críticas desde el mundo parlamentario, por la inconveniencia de que el agente de Chile –asumió el papel que antes ostentó Felipe Bulnes– se involucre en la política contingente y, en especial, no despeje nítidamente sus intenciones presidenciales. En esos días, fue respaldado por La Moneda y el ministro vocero, Marcelo Díaz (PS), quien precisó que el hecho de ser agente ante La Haya “no lo convierte en un ser carente de opinión (…) él ejerce su cargo con la prudencia y buen criterio que corresponde y nosotros valoramos su compromiso con el Estado de Chile”.

Pero el verdadero problema de Insulza, explicaron y coincidieron en el PS, es que el ex canciller no despierta apoyos en el partido. “Es muy difícil entusiasmarse por él si no se comprometió el 2008”, recalcó un asesor socialista, haciendo alusión a que el ex secretario general de la OEA a finales de ese año –luego de comprometerse en varias ocasiones con la dirigencia socialista– rechazó volver a Chile para asumir la candidatura presidencial del partido, lo que obligó al PS a apoyar la opción de Eduardo Frei Ruiz-Tagle.

Hay quienes muy en reserva, desde el propio entorno de Allende, confiesan que dudan que la senadora llegue a superar todas las etapas que implica convertirse en la abanderada única de la Nueva Mayoría. De lo que sí hay certeza –explicaron– es de que la estrategia por ahora es impulsar la figura presidenciable de Allende con miras a las elecciones municipales de octubre para potenciar los candidatos a alcalde y concejales del PS, porque su nombre es muy fuerte a nivel de base y militancia, como quedó demostrado –dijeron– con la aclamación que recibió el fin de semana en el marco del 30° Congreso del partido.


“De los tres es la última opción”, agregaron en el PS y explicaron que, junto a la “factura política” del 2008, su mayor inconveniente es que no hace ni tiene “vida partidaria”, sus vínculos son fuertes con la elite de la colectividad, pero no con el resto de la base. Y eso, explicaron, le va a jugar en contra a una posible candidatura, ya que para ser ungido como presidenciable socialista –sentenciaron en el partido– sí o sí tendrá que ir a primarias internas, un formato que nunca ha acomodado mucho.

En el entorno de Insulza dudan que el panzer esté realmente barajando la posibilidad de una candidatura presidencial y sostienen que más que nada “disfruta” del hecho de que su nombre sea considerado. Agregan que, en reserva, el panzer varias veces ha enfatizado su deseo de llevar a buen puerto la demanda que enfrenta Chile ante La Haya, así como liderar ese proceso hasta el final, plazos que no son compatibles con la carrera del 2017 por llegar a La Moneda.

El gallito


Los últimos días el PS ha estado marcado por la escaramuza pública que protagonizó el vicepresidente del partido, Camilo Escalona, quien puso el dedo en la llaga de las sensibilidades internas del socialismo al desmenuzar las alternativas que tiene el partido y referirse con cierto tono despectivo a los atributos de la senadora Allende. “Todos tienen un lado bueno: Lagos tiene una reflexión sobre el país desarrollada, Insulza tiene una amplia convocatoria, Isabel Allende… es mujer”.

Las palabras de Escalona desataron la ira del allendismo. La propia timonel afirmó en su cuenta oficial de Twitter que es “triste ver cómo algunos dirigentes no pueden evitar ninguneo a mujeres. Creo que valgo más que ser mujer solamente”; en tanto, el senador PS Juan Pablo Letelier señaló que “aunque estamos acostumbrados a las salidas de protocolo de Camilo, en esta oportunidad creo que se pasó de la raya. Sus comentarios se alejan de los tiempos actuales y más bien retroceden al Chile de los 60 (…) Isabel Allende tiene atributos de sobra, más allá de su condición de mujer. Fue la primera mujer en ejercer la presidencia del Senado, la segunda en la Cámara de Diputados y la primera en dirigir al PS en toda su existencia y siempre ha demostrado una cercanía con la gente”.

Más allá de lo despectivo de las palabras de Escalona y que parte del equipo de trabajo de Allende es poco proclive a aceptar críticas a la gestión de la senadora como timonel, atribuyéndolas generalmente a machismo, lo cierto es que las falencias de su gestión hacen que su chance presidencial no sea carrera corrida. Tanto a nivel interno en el PS como en la Nueva Mayoría y en la propia Moneda dicen que tras los casi nueve meses que lleva como jerarca del socialismo ha sido evidente su “falta de liderazgo político”, que le ha costado moverse en la arena política coyuntural, que le pesa su formato de parlamentaria y que es notorio que rehúye los conflictos del oficialismo, debilitando la voz del partido.

Hay quienes muy en reserva, desde el propio entorno de Allende, confiesan que dudan que la senadora llegue a superar todas las etapas que implica convertirse en la abanderada única de la Nueva Mayoría. De lo que sí hay certeza –explicaron– es de que la estrategia por ahora es impulsar la figura presidenciable de Allende con miras a las elecciones municipales de octubre para potenciar los candidatos a alcalde y concejales del PS, porque su nombre es muy fuerte a nivel de base y militancia, como quedó demostrado –dijeron– con la aclamación que recibió el fin de semana en el marco del 30° Congreso del partido. Después de eso, nadie sabe realmente hasta dónde está dispuesta a llegar.

En el PS precisaron que el objetivo de Escalona es precisamente apuntar permanentemente a la timonel, porque es sabido que su candidato es Lagos. El ex Mandatario está solo a un par de puntos de distancia –dependiendo de la encuesta– de Allende, en el seno del PS efectivamente hay gente operando a favor de consolidar su candidatura, el propio Lagos ha dado señales privadas de estar abierto a participar en una primaria del oficialismo, despejando con eso uno de los principales escollos que significaba su alternativa y, hace solo unas semanas, públicamente dejó abierta la posibilidad de un regreso al afirmar que le preguntaran en 2017.

En su contra juega –según afirmaron en el PS– el rechazo que Lagos genera en el electorado de izquierda y en la población más joven, según arrojan sondeos privados del oficialismo, que sería incluso mayor al que provoca otro ex Presidente con intenciones de regresar a La Moneda: Sebastián Piñera. Explicaron que la fortaleza de Lagos está en la gente mayor de 50 años, que es la que más vota, pero eso no es garantía –reconocieron en la referida colectividad– de que su candidatura logre ganar el 2017.

Como dice el refrán, en el PS queda aún “mucho paño que cortar” en materia presidencial, los siguientes meses serán intensos, pero no de definiciones. Lo único claro que hay en el partido es que a todo evento la colectividad llevará un abanderado de sus filas, ya sea para negociar con sus socios de la Nueva Mayoría o para ganar, si cuentan con una carta triunfadora.

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