lunes, 20 de junio de 2016

REFORMA EDUCATIVA Seis muertos en violentos enfrentamientos entre policías y maestros en Oaxaca

Los oficiales desalojaron un bloqueo con gas lacrimógeno y fueron recibidos con piedras y cohetones

Por CLAUDIA ALTAMIRANO - México


El sureño Estado mexicano de Oaxaca revivió este domingo la pesadilla que lo aquejó durante más de medio año en 2006: enfrentamientos armados que parecían el escenario de una guerra, entre maestros disidentes y las fuerzas de seguridad. Tras una semana de bloqueos carreteros por parte de los profesores, la policía los dispersó con gases lacrimógenos y recibió en respuesta pedradas y cohetones. Hasta el momento han sido reportadas seis personas muertas, 55 policías lesionados y al menos otros 50 heridos entre maestros y civiles por arma de fuego. 21 personas han sido detenidas.

En una imagen que recuerda al convulso conflicto magisterial de hace 10 años en esa entidad, cientos de policías federales enfrentaron a los disidentes con gases e incluso armas de fuego, mientras los maestros incendiaron vehículos para usarlos como barricadas. El conflicto duró varias horas y entre los heridos también hubo pobladores, alcanzados por las balas, las pedradas y los cohetones.

El saldo del enfrentamiento es inestable: el primer reporte oficial hablaba de tres muertos y 21 policías heridos, pero durante la tarde fueron apareciendo más maestros y civiles heridos, y por la noche el número de muertos se elevó a seis.

La información oficial llegaba a cuentagotas y el Gobierno de Oaxaca ofreció una postura hasta la noche del domingo, en una conferencia conjunta entre el gobernador Gabino Cué y el comisionado de la Policía Federal, Enrique Galindo. Los funcionarios informaron que el saldo es de seis muertos, entre ellos un periodista y dos personas vinculadas al magisterio; al menos 51 heridos y 25 detenidos por los disturbios.

Por su parte, la CNTE aseguró durante una protesta en la Ciudad de México que cinco de los muertos estaban relacionados con el magisterio y mencionó sus nombres: Andrés Aguilar, de 29 años; Yalid Jiménez, de 22; Óscar Santiago, de 22; Jesús Cadena, de 19 y Anselmo Cruz, de quien no especificaron la edad.

Más tarde se supo de la muerte del reportero local Elpidio Ramos, quien cubría el enfrentamiento y fue baleado por hombres que saqueaban una tienda en el municipio de Juchitán.

Los maestros que bloqueaban la carretera de Oaxaca hacia la capital pertenecen a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), una poderosa agrupación gremial con más de 100.000 afiliados en todo el país pero especialmente fuerte en los Estados del sur, que se opone a la evaluación obligatoria del personal docente incorporada en la reforma educativa de 2013.

Oaxaca es un Estado del sur de México que tiene una larga tradición magisterial. Las condiciones precarias de los maestros han derivado en movimientos sociales y sindicales que han provocado numerosos conflictos en la zona. El más conocido de ellos fue el paro laboral durante más de seis meses de 2006 que terminó con decenas de muertos, disidentes presos y un plantón en la capital que afectó la economía de la región, además del curso regular de las clases para los niños de nivel primaria.

El conflicto revivió en los últimos tres años por la reforma educativa impulsada por el Gobierno de Enrique Peña, con la que la CNTE en general no está de acuerdo y contra la cual ha protestado numerosas veces en Oaxaca, la Ciudad de México, Michoacán y otras entidades.

El enfrentamiento de este domingo comenzó después del mediodía, cuando las fuerzas de seguridad federales y estatales pusieron en marcha un operativo para desalojar el bloqueo de los maestros de la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en la carretera federal Oaxaca-Puebla, en el tramo del municipio de Nochixtlán. En respuesta, los maestros incendiaron camiones para impedir el avance de las fuerzas de seguridad y usaron cohetones con latas de refresco llenas de clavos y esquirlas de vidrio.

Habitantes de Oaxaca denunciaron en redes sociales que los policías estaban disparando contra los manifestantes. Por su parte, la Policía de Oaxaca publicó que sus elementos de seguridad "fueron lesionados por arma de fuego", mientras que la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) aseguró en un comunicado que los policías federales no estaban armados ni portaban tolete.

"Se tiene conocimiento que las detonaciones por arma de fuego registradas provienen de personas desconocidas ajenas a los bloqueos, quienes realizan disparos contra la población y los policías federales para así generar enfrentamientos", afirmó el Gobierno.

Las fotografías del enfrentamiento publicadas por agencias internacionales mostraban a varios elementos de la Policía Federal portando armas y apuntando con rifles desde una trinchera, sin embargo, la CNS emitió un segundo comunicado en el que aseguró que las fotos son "falsas".

No obstante, en la conferencia que ofreció por la noche junto al gobernador Cué Monteagudo, el comisionado de la Policía Federal admitió que un grupo de agentes utilizó armas en medio del enfrentamiento.

También circuló en las redes la versión de que la Policía federal intentaba impedir que los maestros lesionados accedieran a servicios de salud, y que incluso ordenaban a los médicos que no los atendieran.

Este sábado, jueces federales dictaron un auto de formal prisión al secretario general de la Sección 22 de la Coordinadora, Rubén Núñez, por supuestas operaciones con recursos de procedencia ilícita, así como al secretario de organización, Francisco Villalobos, por presunto robo agravado.

Por la noche ocurrió otro violento enfrentamiento entre policías y maestros de la CNTE en el municipio de Salina Cruz, en la región del Istmo de Tehuantepec, localidad en la que se encuentra la refinería 'Antonio Dovalí Jaime', de la petrolera paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex).

Casi a la medianoche, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió un comunicado en el que informó que emitió medidas cautelares para la adecuada atención médica de los heridos, así como para que cualquier acto de los elementos de la autoridad sea dentro del marco de la ley, "conforme a protocolos y estándares internacionales, privilegiando en todo momento el diálogo".

El organismo precisó que ha enviado en las últimas horas un número "importante" de visitadores adjuntos, peritos y personal de apoyo a Oaxaca para reforzar al personal que ya se encontraba en el Estado, a fin de reforzar la vigilancia sobre la legalidad del operativo.

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