martes, 20 de junio de 2023

DESDE EL EXILIO: JUAN CARLOS CJ., RECLAM
CONTRA ABOGADO DE DD.HH.

CARTA ABIERTA

A: VÍCTOR ROSAS VERGARA

Saludos a todos,

Hace exactamente un tiempo que le envíe nuevamente este mensaje con la advertencia que dé no responder a mí nota dentro de un plazo razonable, entonces divulgaría la carta en la “media” y redes sociales.

Mi reclamo contra usted, es por la cantidad de 147 millones de pesos (faltantes). Y consiste en la negligencia profesional cometida por usted, en su gestión y codicia desmedida de querer abarcar en un caso colectivo de la defensa de exprisioneros políticos torturados con apremios ilegítimos, la introducción en el mismo paquete a indemnizar a “viudas y huérfanos”. Por lo cual, la Corte Suprema de Chile decidió fallar por lo menos costoso para el Fisco y determino una reparación final de tres millones de pesos por cada demandante en la Quinta Demanda.

Técnicamente ante la ley, los casos de las “viudas y huérfanos” debieron ser presentados en otra demanda colectiva separada y no juntarla con los casos de defensa que hizo, en los de apremios y torturas.

LA HISTORIA

Fui cautivo por casi tres años (1973-1976), para luego ser expulsado por decreto ley por la dictadura militar fascista, solo para recibir después de 47 años en el Exilio, tres millones de pesos.

Dentro de este contexto, la diferencia a los resultados que dieron con su otra defensa en el caso Dawson, las víctimas que no estuvieron más de un año en prisión, recibieron de reparación 150 millones de pesos.

Entre las víctimas de los derechos humanos donde fui retenido se encontraban doctores, profesores, académicos, funcionarios públicos, periodistas, sacerdotes, dirigentes sindicales, sociales y políticos, artistas, estudiantes, agricultores, dueñas de casa, obreros, indígenas, etc.

En muchos lugares donde fui recluido se utilizaron campos de concentración como las oficinas salitreras (Oficina Chacabuco), y hasta se hizo uso de instalaciones deportivas, como el Estadio Chile. En otros casos se habilitaron para estos efectos inmuebles particulares, como Tres Álamos como cuarteles o prisiones clandestinas de los servicios de seguridad del régimen, incluyendo la Cárcel Publica y la Penitenciaría.

“Digo lo que pienso y escribo lo que digo, lamento decirle que hemos esperado media vida en el exilio por Justicia y Reparación y no es la verdad que se acaba con la vida, sino lo que se acaba son los sueños”.

En un país como Chile, las millonarias jubilaciones que reciben exmilitares condenados por violaciones a los derechos humanos son inaceptables. Mientras el 91% de la población recibe menos de 235 dólares de jubilación, un centenar de condenados por crímenes de lesa humanidad, encarcelados en el penal Punta Peúco, reciben pensiones que llegan a unos 4.700 dólares al mes.

Estas millonarias pensiones que paga el Estado a los exmilitares representan “una vergüenza, un agravio y una ofensa a la memoria de Chile, no solamente a los familiares de las víctimas”, sino a todo el exilio en general. “En contraste, con aquellas personas y exprisioneros políticos que sobrevivieron a las cárceles clandestinas y que reciben 150.000 pesos de pensión (unos 225 dólares)”.

La esperanza a una reparación justa, seguirá dormida sin resolverse por MUCHOS años más de espera, ahora en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), mientras que las víctimas siguen muriendo día con día sin haber hallado consuelo en la JUSTICIA, VERDAD y REPARACIÓN.

Tanta lucha, tanta sangre derramada, tantos sueños perdidos, tanta resistencia todos estos años para terminar solo con promesas de una REPARACIÓN INCUMPLIDA. Es un vil desprecio a esa clase trabajadora que aun lucha por hacer de la política algo más altruista y que después de tantas perdidas humanas y sufrimientos aspire a que se le dignifique su existencia y coraje con una REPARACIÓN QUE VALGA LA PENA.

Juan Carlos C. J.,
Exprisionero Político en el Exilio.

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