miércoles, 16 de agosto de 2023


LA PLUTOCRACIA 
DEL PARTIDO REPUBLICANO

Saludos a todos,

Neoliberalismo ayer, neoliberalismo hoy

José Antonio Kast, es el modelo, es el paradigma del neoliberalismo y el culto narcisista de un individuo que quiere acumular mucho con una doctrina que ha fracasado y ha producido la mayor desigualdad en toda la historia de la humanidad.

En un escenario dantesco, el nuevo partido republicano (PR) quiere que el pueblo confíe en ellos, ¿por qué? el pueblo debe confiar en ellos. Nos quieren vender ideas populistas, pero el pueblo no sabe -lo que se nos vendría encima- sí llegara este partido republicano al poder. Nos quieren vender la ficción y ocultar la realidad. ¡No nos van a convencer!

Tantos años bajo el yugo neoliberal y ahora bajo la influencia de un partido republicano faccioso que está en contra del pueblo. Este bloque político nos indica el modelo de cómo nos quieren gobernar y algo más, en su concepto, su idea que ellos tienen sobre el pueblo. Y esa idea profundamente es vil, es profundamente despreciativa, es una ofensa para la gente de a pie. Su pensamiento fractura al pueblo porque su interés es acumular poder. Son una clase política parásita, son futuras sanguijuelas del Estado. Presuntuosos para que el pueblo despierte y no vote por ellos por ningunear a la clase trabajadora.

En ese contexto, en el futuro político de Chile se vislumbran como un posible candidato a un gobierno republicano de derecha, sin embargo, hay que recordar que está derecha es la heredera ideológica de la dictadura militar que tiene un pesado fardo histórico a su espalda: la violación a los derechos humanos y la inauguración de la corrupción. Pinochet fue el primer caso en Chile de un mandatario que se enriqueció en el poder y gatillo el punto de quiebre de la tradicional probidad chilena.

En la narrativa de la MEMORIA, el tirano también fusiló, asesino, desapareció, torturo, violo, aniquilo y expulsó a una generación de chilenos al exilio (al hombre nuevo) lejos de la patria a un futuro incierto. El mejor modo de eliminar a los pobres fue durante el periodo de la dictadura, unos asesinados y otros al exilio. El mayor crimen fue expulsar, desterrar de su suelo, de su patria, de sus gentes, de la convivencia de su familia, de su cultura a miles de chilenos.

El exilio ha tenido un carácter fundamentalmente político y se ha institucionalizado en el sistema legal chileno cómo pena a delitos de conspiración o sublevación. Y con esta percepción, buscó de una u otra forma, conjurar "el otro nombre de la muerte", como Shakespeare denomino al exilio.

En mi opinión, y como guardián de las máximas aspiraciones de libertad del pueblo, quiero expresar que necesitamos urgente LIDERES QUE QUIERAN SERVIR A LA PATRIA que gobierne para las mayorías teniendo como amo al pueblo y no al servicio de unos pocos. Los exhorto a hacer lo necesario para diseñar un nuevo proyecto social. Un nuevo proceso que permita formar nuevos liderazgos y que tengan la visión de forjar una democracia fundada en los pilares de la unidad nacional y que alcance un “Estado de Bienestar” social, político y económico para la mayoría de los chilenos.

El pueblo es, primero.

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