Por Josefina Ríos y Sebastián Rivas | Ilustraciones: Mathias Sielfeld
Pablo Longueira: Ministro de Economía y ex presidente de la UDI
-¿Qué es ser de derecha hoy?
-Es creer y confiar en las personas y en la libertad individual por sobre el Estado.
- ¿Llegó con Piñera la derecha al gobierno?
- El mérito en la derecha chilena actual es que logró, desde el punto de vista ideológico, situar a la Concertación en un ideario de centroderecha. Los gobiernos de la Concertación son más de derecha que el último que tuvo el sector con Jorge Alessandri. Por eso no hay mucha diferencia entre el gobierno de Piñera y los cuatro anteriores en materia de ideas. Lo que sí cambió es la gestión, la forma de conducir al país. Ahora, cuando se representa a más del 50% de Chile, obviamente dentro de la coalición conviven diversidad de mundos y visiones y el equilibrio lo deben construir los partidos políticos, en nuestro caso la UDI y RN. Pero lo que está claro es que con este gobierno estamos frente a una derecha diferente a la tradicional previa al gobierno militar: hoy somos una derecha con más conciencia social, comprometida con el mundo de la pobreza e involucrada en el país real.
-¿Cuál debiera ser el legado del primer gobierno de derecha electo después de 50 años?
-El legado más importante del gobierno será el reimpulsó que le dio al país para alcanzar el desarrollo. Este gobierno está generando cambios estructurales en todas las áreas y va a dejar una obra: poner a Chile en el umbral del desarrollo. Como íbamos era bien complicado alcanzar esa meta, pero aquí se está produciendo un reimpulso. No es casualidad el crecimiento económico que estamos experimentando como país en los dos últimos años.
Carlos Larraín: Senador y presidente de RN
-¿Qué es ser de derecha hoy?
-Hoy la actividad política está más condicionada por la cultura que por la economía, y esto significa un salto adelante importante en la mentalidad de derecha. La derecha no es el puro IPC, el PIB y todas esas siglas. Si nos quedamos en eso, estamos fritos, porque desde el matrimonio liberal-socialista se ha demostrado que los socialistas también pueden administrar la economía. Hay que aceptar que la batalla por las ideas por las realidades sociales- es central.
-¿Llegó con Piñera la derecha al gobierno?
-Este es un gobierno de derecha. Ha reivindicado la gestión en los fondos públicos, que es muy afín a la mentalidad de derecha. Es un gobierno que se afirma mucho en la administración. Pero eso mismo es su limitación: le ha faltado el enfoque cultural y más político, porque yo no conozco a nadie que vaya a salir a la calle diciendo: ¡Viva la supergestión del gobierno de derecha!
-¿Qué le falta a este gobierno para ser de derecha?
-Enunciar un estatuto de la familia: eso no es beatería, es práctico. Crear condiciones especiales para tributar, subsidiar o pagar los estudios universitarios del tercer hijo. O sea, apostar por su estabilidad. Pienso que Piñera cree en esto; el otro día dijo: "Cuánto me alegró saber que en 2011 hubo más matrimonios que divorcios". Hay que ir un paso más allá, pero resulta que en la mentalidad económica mercadista estas intervenciones no son conformes al modelo. Y resulta que el modelo es un mecanismo para generar bienes que apuesta por la libertad, pero que no satisface todas las necesidades sociales.
-¿Qué es ser de derecha hoy?
-Hoy la actividad política está más condicionada por la cultura que por la economía, y esto significa un salto adelante importante en la mentalidad de derecha. La derecha no es el puro IPC, el PIB y todas esas siglas. Si nos quedamos en eso, estamos fritos, porque desde el matrimonio liberal-socialista se ha demostrado que los socialistas también pueden administrar la economía. Hay que aceptar que la batalla por las ideas por las realidades sociales- es central.
-¿Llegó con Piñera la derecha al gobierno?
-Este es un gobierno de derecha. Ha reivindicado la gestión en los fondos públicos, que es muy afín a la mentalidad de derecha. Es un gobierno que se afirma mucho en la administración. Pero eso mismo es su limitación: le ha faltado el enfoque cultural y más político, porque yo no conozco a nadie que vaya a salir a la calle diciendo: ¡Viva la supergestión del gobierno de derecha!
-¿Qué le falta a este gobierno para ser de derecha?
-Enunciar un estatuto de la familia: eso no es beatería, es práctico. Crear condiciones especiales para tributar, subsidiar o pagar los estudios universitarios del tercer hijo. O sea, apostar por su estabilidad. Pienso que Piñera cree en esto; el otro día dijo: "Cuánto me alegró saber que en 2011 hubo más matrimonios que divorcios". Hay que ir un paso más allá, pero resulta que en la mentalidad económica mercadista estas intervenciones no son conformes al modelo. Y resulta que el modelo es un mecanismo para generar bienes que apuesta por la libertad, pero que no satisface todas las necesidades sociales.
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